No basta con saber los nombres de los santos. Para que sus virtudes puedan ejercer en los fieles la influencia del ejemplo, es preciso que conozcamos también la historia de su vida, el proceso de la existencia que les ha llevado a la gloria insigne de ser venerados en los altares.
No es fácil, sin embargo. El número de los santos es tan elevado que aquí sólo cabían compendiadas las vidas de muchos. Cada biografía ha sido acompañada con una sencilla reflexión y con la oración litúrgica de la Iglesia. De tal modo que he aquí un verdadero santoral completo, que abarca la totalidad de los días del año.
No cabe duda que constituiría una costumbre piadosa y de gran eficacia para el perfeccionamiento moral y espiritual de los miembros de cada familia cristiana, que todos los días fuera leída en voz alta la vida del santo correspondiente, implorando luego la protección del mismo con la oración litúrgica que usa para ello nuestra santa madre la Iglesia. Ello contribuiría indudablemente a fortalecer la fe,y más ennuestra época desventurada cuando tantos escollos son opuestos arteramente a nuestra santa religión.
