

No es necesario ser devoto de Franco. Basta meditar sobre el espíritu que anima sus discursos y mensajes: “La Monarquía--proclama Franco en 1955--que en nuestra Nación pueda un día instaurarse no puede confundirse con la liberal y parlamentaria que padecimos... Se olvida que la Monarquía, en sus tiempos gloriosos, fué eminentemente popular y social, precisamente todo lo contrario de lo que mu...