MEMORIAS DE LA CONSPIRACIÓN, Cómo se preparó en Navarra la Cruzada. 1931-1936
Estas Memorias fueron escritas hace muchos años. Se escribieron con el solo objeto que sus datos no se perdieran, y para que algún día fueran a incluirse en una completa y auténtica Historia del Alzamiento.
Era deber de quien entonces ostentaba la Representación oficial del Carlismo haber hecho esta historia, porque nadie como ella conocía los pormenores, los detalles, la verdad total de aquellos días tan difíciles y oscuros.
Pero aquella Jerarquía, que magistralmente supo organizar la guerra, gracias a la cual España goza de la paz actual y la Religión tan alto nivel, perdió, desde el exclusivo punto de vista del Partido, la paz alcanzada al precio de la sangre de miles y miles de Requetés, e imbuída después de un satánico orgullo, faltó a todos sus deberes con la Comunión. Negó la continuidad dinástica del Nieto de Carlos VII, negó a los Carlistas su Legítimo Rey, y a la posteridad el libro que sólo a ella competía haber escrito, donde las nuevas generaciones supiesen de los esfuerzos del momento acaso más heroico de nuestra Historia y donde los supervivientes tuviesen el gozo de ver que sus sacrificios quedaban salvados.
Porque la Comunión no lo ha hecho, es mi deber, como testigo presencial de los momentos decisivos anteriores a Julio de 1936 y como organizador de aquellos gloriosos Requetés de Navarra, mostrar a la pública admiración sus merecimientos.
Pero tan poderosa razón no me hubiera sacado de mi silencio, si otros no se hubieran lanzado a publicar recuerdos y diarios, que tergiversan hechos de notable importancia. Rompo pues el silencio que gustosamente me había impuesto, lanzando a la publicidad datos y hechos, gran parte de los cuales permanecían inéditos, sin otra finalidad que servir a la verdad y a la Historia de la Patria.