Desde 1922 la Internacional judeomasónica había perdido el control sobre su criatura, la Revolución Rusa. El mérito rarísimo de Karl consiste en haber revelado este hecho ya antes de la Guerra de España y la propia Mundial, pero por entonces se le escapó la conclusión lógica de que también Hitler, y la Alemania nazi, no eran sino instrumento, el único capaz de obligar a Rusia a volver a la ob...