RAMÓN LULL. PEDAGOGO DE LA CRISTIANDAD
El Beato Raimundo Lulio (1233-1315) consagró su vida y alma a la tarea de conversión de los sarracenos; convencido de la insuficiencia de las cruzadas, colocó en primer plano la necesidad de la ciencia iluminada por la fe. Con finura hermenéutica trasmite el autor la poesía, la exaltación y el misticismo de su vida y obra, señalando la reacción de un espíritu maduro al racionalismo averroista; de un alma que iluminada por el amor de Dios, salvando los escollos de la teosofía judía y árabe -heredera de la gnosis antigua- desborda la capacidad de comprensión de cualquier espíritu vulgar, incluida la de los lulistas heterodoxos condenados por la Iglesia.
A la luz de esta investigación vemos al Doctor Iluminado incorporando el sentido pedagógico de San Francisco. Genio y figura, Lulio fue el primero en componer versos y vivió en el ambiente trovador; pero el converso ante todo era hijo del espíritu del Poverello, y de este ayuntamiento surgió esa deliciosa manera de presentar su doctrina, más que envuelta, vivificada y aun relampagueante, de los apólogos y ejemplos. Es la exaltación del entendimiento por la plegaria; y bien podría decirse que la palabra, conforme a la pedagogía luliana, ha de pronunciarse de rodillas.