CATECISMO ROMANO SEGÚN EL DECRETO DEL CONCILIO DE TRENTO BILINGÜE LATÍN-ESPAÑOL
Este excelente Catecismo Romano ha sido y es el mejor baluarte contra todo error, y la norma según la cual se han formado los pequeños catecismos en todas partes. Célebres son los de los jesuitas Astete y Ripalda. Y, en líneas generales, también se conformaron al modelo el Catecismo explicado del V. P. Claret y el del célebre D. Santiago García Mazo.
Sintetizando, puede con razón afirmarse que este Catecismo fue compuesto por toda la Iglesia católica, reunida en el Concilio ecuménico de mayor interés y renombre, el más ilustre de todos, el más completo y el más fecundo en resultados; reproducido y coleccionado por varones doctísimos, revisado por personas sapientísimas, aprobado y confirmado por tres Romanos Pontífices.
Destaca la claridad en la forma y en el fondo en todas las partes y secciones. Por su precisión conceptual, no era posible dejar en olvido la lectura del texto latino, porque desgraciadamente es notoria la ignorancia, cada día mayor, de tan rica y precisa lengua.
Quiera Dios que el trabajo empleado en esta obra, para su mayor honra y gloria, siga teniendo el fruto copiosísimo dentro de los altísimos fines que se propuso el Santo Concilio.