CONCEPTO CATÓLICO DEL INFIERNO
El gran error del presente es el neopaganismo, conjunto de aberraciones de todo género, así en el orden moral y religioso, como en el político y cultural. A la religión católica la tienen, no ya miedo, sino horror, deseando y haciendo cuanto está a su alcance por aniquilarla, o al menos reducirla a una institución parecida a las religiones falsas, que son de inspiración diabólica no menos que de invención humana.
Respecto a los dogmas de la Fe, niéganlos todos, pero el que con más insistencia combaten, abierta o disimuladamente según se trate fuera o dentro de la Iglesia, es el dogma del infierno, y más que su existencia -si cabe-la eternidad de sus penas, por ser el más tétrico, y el que más repugna al sensualismo moderno.
Después de hacer el autor una breve exposición doctrinal, examina y rebate una por una -en su propio terreno- las principales objeciones de los contemporáneos contra el infierno y la eternidad de sus penas, recordando así al hombre carnal que timor Dei principium sapientiae.